ALIMENTACIÓN

 

La alimentación de las frontosas supone toda una gozada para los ojos, pues agradeceran cualquier clase de comida, que devorarán con su enorme boca como los buenos depredadores que realmente son. Aún así, lo mejor será programar una buena dieta que impida que se desarrollen carencias nutritivas.

Lo mejor para esto es proporcionar a nuestras frontosas un menú a base de granulado o comida en sticks especiales para grandes cíclidos (estos últimos especialmentes recomendables), con un soporte de larvas de mosquito, tubifex, dapnia, artemia y mysis, pasando por un soporte vegetal como una hoja de lechuga escaldada o preferiblemente algún compuesto con algas spirulinas. A la vez podemos proporcionarles alguna sorpresa como mejillones, almejas, colas de gamba crudas, trozos de calamar o sepia; personalmente no aconsejo el uso de carnes procedentes de animales terrestres (vacuno, porcino, ovino...) pues son carnes ricas en grasas y proteinas que pueden perjudicar a la frontosa, de tal manera de provocar la esterilidad debido a un exceso de grasas.

Joven frontosa desarrollando su característica joroba craneal

 

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