LA REPRODUCCIÓN

 

Quien empieza teniendo camaleones, acaba queriéndolos reproducir. Para ello y como en todos los animales, primero nos conviene saber sexarlos: la hembra corresponde a una silueta más gruesa y corta, con la cola más chica que el macho... Aunque de hecho, sexar Rhampholeon es una tarea algo compleja para aquellos que se inician a la terrariofilia (e incluso para los que ya llevan años).

Un vez que la pareja (o grupo, pues los Rhampholeons son bastante sociables) hayan realizado el ritual de apareamiento ya no será necesario que la hembra se aparee nunca más, pues retendrá el semen del macho en su propio cuerpo, permitiéndola realizar numerosas puestas entre períodos de entre 5 semanas y 2 meses, dependiendo de la temperatura, humedad, agua y alimentación. Cuando la hembra está embarazada come muy poco, eso no debe alarmarnos pues es un hecho natural.

Una vez que realice la puesta (seguramente habrá enterrado los huevos y si no la hemos vigilado no sabremos donde), procederemos a sacarlos y a introducirlos en una incubadora a unos 25/26 º hasta que eclosionen. De hecho hay criadores que han conseguido la incubación a temperaturas inferiores, pero lo que yo si recomendaría es no exponer los huevos a temperaturas superiores pues seguramente perderíamos la puesta. Lo que si hay que procurar, es mantener una muy buena humedad en todo momento.

       

Dos detalles del nacimiento de un Brevidcaudatus.

 

¿Que pasa con los que no tenemos incubadora? Podemos hacer dos cosas: si la puesta se ha realizado en alguna estación cálida, podemos ponerlos en un cajoncito con vermiculita húmeda y en un lugar fresco, pero si lo ha realizado en invierno o bien vivimos en lugares fríos, podemos simular una incubadora de mi propia invención si es que también somos unos aficcionados a la acuariofilia y mantenemos en casa un acuario tropical. Este sistema que ahora detallaré, además de ahorrarnos un dinero en aparatos caros, nos aseguraremos una buena precisión:

Para empezar nos hacemos con un transportín pequeño e introducimos vermiculita húmeda con los huevos a medio enterrar, lo tapamos con una tapadora de plástico o cualquier otro material no metálico con varios agujeros para asegurar una pequeña venilación. Conseguimos algunas ventosas o sistema de sujeción para mantenerlo dentro de nuestro acuario tropical, colocandolo de tal manera que el agua llegue a la mitad o 3/4 partes del acuario pero que no entre nada de agua adentro, así podemos aprovechar el termoestato del acuario y mantener el interior de la incubadora a la misma temperatura del agua (siempre y cuando el acuario esté cerrado). Si no tenemos acuario tropical en casa, podemos comprar un acuarito, meter agua, un calentador y sujetarlo de la misma manera... todo esto podría salirnos por menos de 30 euros, mientras que un incubadora decente nos costaría 5 o 6 veces más. Este sistema tiene otra ventaja que no disponen las incubadoras convencionales y es que al evaporarse el agua caliente aseguramos una humedad continua sin ningún esfuerzo.

Dos imágenes de la incubadora, hasta ahora ha sido un éxito dado el gran número de huevos eclosionados.

 

Al cabo de 2/3 meses (dependiendo de la especie) naceran los pequeños Rhampholeon que exigirán desde el primer día microalimento enriquecido con calcio y vitaminas.

 

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