ALOJAMIENTO Y CUIDADOS
Como ya nos podemos imaginar, la jaula para viudas debe estar condicionada para maniobrar con la larga cola que poseen los machos, por lo que deberemos tratar de mantenerlos en una jaula más larga que otra cosa. No hay problema alguno para mantener a nuestras viudas en un aviario o voladera, siempre y cuando no las tengamos con especies contraidicadas; respecto a la jaula de interior, vale más que sea alta y sin demasiados perchas ya que serán un obstáculo más que un buen complemento.
En
cuanto a sus compañeros de jaula vale más ir con cuidado...
pero no lo tengamos por las viudas, sino por los pájaros que
conviven con ellas. En las épocas de más frío, las viudas
macho adquieren, como ya sabremos, el plumaje de las hembras y en
estas estaciones (otoño e invierno) no ocasionarán el más
mínimo problema, pero en cuanto el macho muda al plumaje de celo
pueden haber conflictos ya que se pueden volver muy agresivos,
especialmente con los pájarillos que están criando.
Particularmente mantengo mis viudas con codornices chinas,
diamantes mandarines, isabelitas y colas de vinagre y no he
detectado el menor problema, aunque es cierto que han habido
escaramuzas cuando los mandarines niaban. Para evitar mayores
problemas, es aconsejable juntar a las viudas con los que serán
sus compañeros de jaula cuando el macho no esté en celo, dando
así tiempo para conocer a los otros habitantes de la jaula y
conseguir que se respeten en mayor o menor medida.
Una jaula para viudas, alta y sin demasiadas perchas.
Es muy importante no mezclar dos machos de viuda en la misma pajarera, ya que se pelearán e incluso se podrían llegar a matar; se podría probar de mezclar machos de distintas especies, pero otra vez aprovechando las temporadas de frío para que el macho no les agreda y se acostumbre a su presencia. Respecto a las hembras, se pueden tener las que queramos junto a un macho, ya que cada macho forma harenes de hasta 10 hembras.
Una vez
aclimatado, es un pájaro resistente al frío y puede ser
mantenido todo el año en el exterior siempre y cuando no vivamos
en lugares donde las temperaturas bajen excesivamente en
invierno. Para eso vale más sacarlo en verano y dejarlo allí
para que se acostumbre a los cambios climáticos paulatinamente.
Como nos resultará lógico, ese espacio exterior destinado a la
jaula no debe estar sometido a las inclemencias metereológicas,
evitando así la lluvia directa, las corrientes de viento y con
el techo protegido, para evitar que los excrementos de los
pájaros silvestres lleguen al interior de la jaula, lo cual
podría contagiar de alguna enfermedad a nuestros pájaros.